Olor y recuerdos en la enfermedad de Alzheimer

Por 18 julio, 2018mayo 9th, 2019Neuropsicología

“En todas las personas existe un olor que nos recuerda a nuestra infancia. De un verano que fue especial. De la casa de los abuelos, ¿Alguna vez has sentido que, al entrar en algún lugar o, al pasar cerca de alguien, te hace revivir muy intensamente tu pasado?”

Esta capacidad de evocación de este tipo de recuerdos a través del olor se llama Efecto Proust. La historia de este efecto tiene su origen en un escritor francés que se llamaba Marcel Proust y que, en la novela “el origen del tiempo perdido”, escribe sobre la experiencia de evocar un recuerdo de su propia vida a partir del olor y el sabor de una magdalena mojada en té.

El olor evoca recuerdos muy significativos, como son los recuerdos de la infancia.

¿Por qué olor y enfermedad de Alzheimer?

Como sabemos, la enfermedad de Alzheimer es el trastorno neuropsicológico que más personas se ven afectadas. De esta manera, el 50%- 60% de las personas mayores afectadas de demencia presentan enfermedad de Alzheimer.

Aunque ya se ha hablado en otros post de la enfermedad de Alzheimer , se va a recordar alguna información básica. Sabiendo que:

  • Es una enfermedad degenerativa primaria. Es decir afecta al SNC, y tiene como característica principal la propia demencia.
  • El proceso que más se ve afectado es la memoria. Esto supone dificultad para integrar nueva información desde el inicio de la enfermedad.
  • Inicio insidioso y progresión gradual. Normalmente es una enfermedad que va lenta en el tiempo viéndose cada vez más afectados diferentes procesos cognitivos.

Y, ¿por qué es tan importante el olor?

De forma muy sencilla, se va a hablar de la memoria implícita y la memoria explícita.

  • Memoria explícita: supone tareas de recuerdo y reconocimiento. Dicho de otra manera, esta memoria recupera los conocimientos almacenados de manera consciente. El olor no estaría aquí.
  • Memoria implícita: supone tareas con instrucciones implícitas. Así, este tipo de memoria recupera los conocimientos almacenados sin un esfuerzo consciente. El olor estaría dentro de este tipo de memorias.

En el caso de personas con problemas de memoria se ha visto un mayor daño en la memoria explícita. Además, un mayor mantenimiento de los recuerdos que están almacenados en la memoria implícita, que es donde encontraríamos el olor.

Por otro lado, se va a introducir otro concepto nuevo. La memoria episódica es el tipo de memoria que procesa los eventos personales vividos. Una característica muy importante de este tipo de memoria es el viaje mental en el tiempo. Hace lo que otras memorias no pueden hacer, es una vuelta mental al pasado personal. Aquí vemos la clara relación que tiene con la capacidad de evocación del olor.

¿Cuál es la relación entre el olor y las emociones?

Relacionado de forma muy estrecha con el poder que tiene el olor para evocar recuerdos personales, se encuentran las emociones. Las emociones ayudan a que un recuerdo sea más significativo y dure más a lo largo del tiempo.

En relación al olor, se ha visto una mayor duración de los recuerdos olfativos si se compara con otras claves sensoriales en relación a una misma experiencia.

Otro aspecto muy importante es que los recuerdos evocados por el olor son más vívidos y reales que los recuerdos evocados por otras claves sensoriales.

Por lo tanto, merece la pena ver la potencialidad que tiene el olor para evocar recuerdos que sean significativos para una persona y así, estimular su memoria episódica.

Entonces, ¿a través del olor se puede estimular la memoria episódica?

Comparando con otras claves sensoriales (por ejemplo: visión), se ha visto una clara diferencia. Así:

  • Clave sensorial- olor: “boom” de recuerdos estará en la primera década de la vida.
  • Clave sensorial – visión: “boom” de recuerdos estará en la 2ª- 3ª década de la vida.

Se puede explicar porque el olor es uno de los sentidos más antiguos. Además, en las personas se establece un periodo crítico donde cada sentido codifica de forma más efectiva y duradera.  En el caso del olor este periodo crítico se encontraría en la primera década de la vida.

En la enfermedad de Alzheimer, se olvidan antes los recuerdos que son más “nuevos” olvidando posteriormente los que se codificaron antes, es decir, los más antiguos. Como es el caso de los recuerdos evocados por el olor, los recuerdos de la infancia.

De esta manera, utilizando el olor como clave sensorial para estimular a los enfermos de Alzheimer, se contribuye a una mejor recuperación de los recuerdos de la infancia  (que son los más antiguos). De esta manera, se está estimulando una parte de la memoria en la enfermedad de Alzheimer que se mantiene hasta estadios tardíos de la enfermedad. Además, de la importancia de la significación de estos recuerdos para los enfermos.

En relación a la memoria implícita y la memoria explícita (que se ha hablado anteriormente), se ve que el olor trabaja con la memoria implícita evocando los recuerdos sin ningún esfuerzo cognitivo para la persona afectada de Alzheimer.

Utilizar la música como medio para llegar a las personas afectadas de Alzheimer es muy efectiva.

Motivos por los que utilizar el olor para recordar:

  • Trabajar la relajación. Se ha visto que el olor puede ayudar a la relajación en momentos de estrés también con personas afectadas de Enfermedad de Alzheimer.
  • Trabajar la memoria. Debido a que la memoria de la infancia se mantiene hasta más avanzada la enfermedad y el olor estimula directamente los recuerdos de la niñez.
  • Trabajar las emociones. A través de la estimulación del olor se recuperan recuerdos que son muy significativos.

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Un comentario

  • David de Julián dice:

    Hola:
    Puedo hablar de la experiencia de mi madre cuando olió pasados ya varios años la manzana de reineta de su pueblo. Estábamos en la casa de la sierra y había hecho una compota de manzanas, hacia lo menos 10 años que no preparaba ese plato. Se lo puse a mamá y de pronto empezaron a volverle los recuerdos, comenzó a hablar de sus compañeras de la infancia del pueblo.
    Parecía como que los recuerdos hubiesen vuelto, pasado unos días entendimos que fue el comer la compota que le hacía su madre la que le trajo esas memorias de su infancia.

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