Síntomas conductuales en personas con Alzheimer

Por 27 diciembre, 2018mayo 9th, 2019Neuropsicología

“Paco vive con su familia en su casa. Por la mañana acude a un centro de día. Tiene 75 años en la actualidad. En la casa convive con su mujer. Sin embargo, todas las tardes Paco sigue el mismo patrón de comportamiento. Comienza a desorientarse y a comportarse de forma agresiva con las personas que le rodean. Esta situación ha empezado a hacerse insostenible y su mujer ya no sabe qué hacer para que estos comportamientos disminuyan. Estos son algunos de los primeros síntomas del Alzheimer”.

Esta es una situación más frecuente de lo que se podría pensar en algunas fases de esta enfermedad. La realidad es que si bien, no todas las personas afectadas de la enfermedad de Alzheimer tienen este tipo de problemas, ya que los síntomas del Alzheimer suelen variar. Cuando esto sucede, resulta muy difícil de llevar para las familias. Además, los trastornos conductuales producen situaciones de indefensión a las familias que lo padecen. A continuación ilustraremos con más profundidad estos síntomas del Alzheimer.

Los trastornos conductuales producen situaciones de indefensión a las familias que lo padecen.

¿Qué son los síntomas conductuales?

Dentro de los síntomas del Alzheimer, los conductuales aparecen en el 70-90% de las personas afectadas de enfermedad de Alzheimer en algún momento de su enfermedad. Normalmente aparece en fases moderadas o avanzadas de la enfermedad.

Los síntomas del Alzheimer de tipo conductual son síntomas en los que se altera la percepción, el contenido del pensamiento, el estado de ánimo y el comportamiento en las personas afectadas de demencia. Los trastornos de comportamiento comprenden manifestaciones de agresividad física, gritos, inquietud, agitación, deambulación errática, hiperactividad, desinhibición sexual, lenguaje inapropiado, etc.

¿Qué consecuencias tienen los síntomas sel Alzheimer conductuales?

Se ha visto que en personas afectadas con síntomas del Alzheimer conductuales:

-tienen más probabilidad de tener un deterioro cognitivo más rápido.

-los síntomas conductuales contribuyen a una mayor probabilidad de un ingreso prematuro en una institución o residencia.

-disminuye la calidad de vida de enfermos y cuidadores.

-aumenta el estrés de cuidadores y personas que conviven con el enfermo.

-disminuye el nivel de autonomía de los enfermos.

¿Cuáles son los síntomas conductuales más frecuentes?

Dentro de los síntomas conductuales de la demencia hay un amplio abanico si tenemos en cuenta las diferentes etapas de la enfermedad.

Sin embargo, en este post, por su elevada frecuencia y afectación en el día a día, tanto de afectados como de cuidadores, voy a hablar de tres síntomas conductuales.

  • Deambulación errática: Este síntoma conductual supone una gran carga para los familiares. Está compuesta por la hiperactividad y la dificultad para orientarse, entre otras. La deambulación errática aparece en una fase de demencia más avanzada. Se caracteriza por andar sin rumbo fijo, a veces por lugares inapropiados y en una cantidad excesiva llegando incluso a tener riesgo para escaparse de casa.
  • Agitación: se define como la actividad verbal, motora y vocal inadecuada. Sin embargo, la agitación no es sólo un síntoma sino que agrupa un conjunto de síntomas entre los que incluyen agresividad, combatividad, hiperactividad y desinhibición. La frecuencia de la agitación es muy alta ya que un 90% de las personas afectadas de demencia la sufren a lo largo de la enfermedad.
  • Reacciones catastróficas: Se define como una respuesta emocional o física que es excesiva y brusca teniendo en cuenta el contexto que rodea al enfermo. Un 38% de las personas que sufren demencia lo pasan en algún momento de la enfermedad. Es más probable que tenga este tipo de respuesta si la persona afectada tiene deterioro cognitivo grave, si es una persona más mayor o si tiene, en su historia de vida, alguna enfermedad de corte mental. Como consecuencia a estas reacciones catastróficas en las personas afectadas puede aparecer enfado y agresividad verbal o física.

Para reducir síntomas conductuales tenemos que trabajar con terapias farmacológicas y con terapias no farmacológicas

¿Qué podemos hacer con los síntomas conductuales en la demencia?

Los síntomas conductuales que acabamos de explicar son muy difíciles de abordar. Además, son muy molestos tanto para la persona afectada como para las personas que conviven con el enfermo en su día a día.

La suministración de fármacos (se llaman terapias farmacológicas) son muy importantes por la gravedad que estos síntomas tienen. Sin embargo, no debería ser la única opción sino que se deberían usar como un complemento a otro tipo de medidas.

Para reducir los síntomas conductuales en la demencia es muy importante tener un planteamiento integrador, es decir, que abarque tanto las terapias farmacológicas como las no farmacológicas.

A continuación, teniendo en cuenta los síntomas conductuales descritos, vamos a ver de qué manera lo podemos abordar.

  • Deambulación errática: Algunas cosas que podemos hacer sería:

-Tener un calzado y unos espacios seguros, quitando alfombras, obstáculos en la casa, cerrar la casa con cerraduras de seguridad, iluminación suave y colores suaves en las paredes, etc.

-Aumentar la vigilancia y la supervisión. Siempre caminando a su lado y guiándole en sus movimientos.

– Permitir la deambulación, no intentar detenerlo. Ya que, si lo intentamos parar, es posible que aumente la confusión y agitación.

– Ofrecer objetos para que manipule y actividades que puedan ser significativas para él/ella.

  • Agitación:

– No enfrentarse al enfermo, evitar discusiones.

– Abordarle despacio, con calma, explicándole en cada momento lo que vamos a hacer.

– hablarle con cariño, suave y despacio, tratando de tranquilizarlo y manteniendo distancia de seguridad. Si es posible, intentarle cambiar de tema, creando un entorno más tranquilo.

– Evitar provocarlo o llevarle la contraria, retirando objetos que puedan ser peligrosos para él. Controlar el contacto físico porque puede provocar el efecto contrario y puede aumentar la agitación.

  • Reacciones catastróficas:

– Tranquilizarle, si es posible hablarles de temas que sean significativos.

– Fomentar el contacto físico (caricias, abrazos)

– Animarle para que practique algún tipo de ejercicio físico, cognitivo.

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