Cómo prevenir la deshidratación

Por 9 mayo, 2018mayo 9th, 2019Bienestar

En las personas mayores la deshidratación es un problema muy frecuente, especialmente en verano. Las principales causas son:

  • Disminución de la sensación de sed en la tercera edad
  • Cambios en la función renal debidos al envejecimiento
  • El uso de algunos medicamentos puede producir efectos adversos que alteran la sensación de sed o bien promueven la diuresis, favoreciendo también la deshidratación
  • Los vómitos, la diarrea intensa, los procesos febriles o la sudoración excesiva también están entre las causas más frecuentes de deshidratación

Las consecuencias de la deshidratación, especialmente en personas mayores, son muy graves e incluso se asocian con mayor riesgo de mortalidad. Por lo que una adecuada hidratación, así como una correcta alimentación, es fundamental para una buena salud en la tercera edad.

Las consecuencias de la deshidratación, especialmente en personas mayores, son muy graves e incluso se asocian con mayor riesgo de mortalidad.

Síntomas de deshidratación

Los síntomas de la deshidratación dependen de muchos factores y se presentarán de manera diferente en una persona u otra. No obstante, vamos a señalar algunos de los más principales:

  • Sequedad de boca
  • Reducción de orina
  • Orina más oscura
  • Piel seca
  • Mareos
  • Dolor de cabeza
  • Náuseas
  • Fatiga

Si una persona mayor presenta estos síntomas, lo más recomendable será consultar con el especialista para conocer la causa, ya que puede estar relacionada con la hidratación, la alimentación o alguna enfermedad.

Estrategias de prevención de la deshidratación

Conociendo las consecuencias de la deshidratación y la frecuencia con la que se da entre personas mayores, desde Cuidado Mayor queremos dar a las personas mayores, así como a sus cuidadores y familiares algunas estrategias para prevenirla:

Beber más

Por supuesto, la primera recomendación es beber agua aunque no se tenga sed ya que, como hemos comentado antes, con la edad disminuye la sensación de sed. Los expertos recomiendan beber aproximadamente dos litros al día. No tiene por qué ser todo agua, ya que se pueden ingerir también otra serie de bebidas, siempre y cuando se compruebe su cantidad calorías, azúcar u otros aditivos no recomendables.

Consumir alimentos ricos en agua

Se recomienda también comer alimentos como frutas, verduras u hortalizas que aportan gran cantidad de agua y, además, ayudan a mantener una dieta variada.

Evitar las bebidas alcohólicas

Las bebidas alcohólicas tienen un efecto deshidratante, por lo que su consumo no es recomendable.

Controlar la temperatura

Siempre que sea posible, se debe controlar la temperatura de la casa para evitar la excesiva sudoración. Por tanto, no es aconsejable tener la calefacción muy alta en invierno. Cuando la persona mayor esté expuesta a temperaturas más elevadas, especialmente en verano, habrá que aumentar la ingesta de agua.

Controlar los efectos secundarios de la medicación

Algunos medicamentos, como los laxantes o los diuréticos, pueden provocar una mayor pérdida de líquidos y, por tanto, ser la causa de procesos de deshidratación. Por ello, es recomendable consultar con el médico si algún medicamento tiene efectos secundaros que puedan causar deshidratación.

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