Mejorar la comunicación con personas con demencia

Por 6 mayo, 2018diciembre 28th, 2019Bienestar

“Hablar con mi padre es cada vez más difícil. Le cuesta comunicarse y muchas veces no sé lo que quiere decirme. Tengo que repetir las frases continuamente porque parece que no me entiende. Es muy frustrante no poder comunicarme con él como me gustaría.”

Este tipo de situaciones son habituales entre familiares y cuidadores de personas con demencia, ya que, de una manera u otra, todos los tipos de demencia afectan al lenguaje, por lo que la comunicación con el entorno se ve afectada y muchas familias se angustian al no saber qué hacer cuando su mayor tiene demencia.

Cada demencia afecta al lenguaje de una manera diferente y el progreso y pronóstico de la enfermedad puede variar. Es importante conocer toda la información disponible y actualizada del tipo de demencia que tenga nuestro familiar. De esta manera, será más fácil ponernos en su lugar, entender el curso de la enfermedad y poner en marcha las estrategias de comunicación necesarias en cada caso. Para ello, conviene conocer algunos de los problemas de lenguaje que se pueden dar en las demencias:

  • Dificultad para encontrar la palabra correcta. La anomia es uno de los trastornos del lenguaje más comunes en las demencias, especialmente en Alzheimer. Se caracteriza por la dificultad de reconocer o recordar los nombres.
  • Problemas de compresión.
  • Perder el hilo de la conversación.
  • Problemas de atención en conversaciones largas.

Dado que estas alteraciones del lenguaje afectan a la comunicación, los familiares y cuidadores de personas con demencia debemos adaptar nuestra forma de hablar para facilitar la comunicación.

Los familiares y cuidadores de personas con demencia debemos adaptar nuestra forma de hablar para facilitar la comunicación.

Consejos para mejorar la comunicación

Dado que una adecuada comunicación es un aspecto básico en los cuidados de persona con demencia, desde Cuidado Mayor queremos señalar algunos de los consejos que se proponen para mejorar la comunicación con personas con demencia:

CONTACTO VISUAL

Para captar la atención de la persona con la que queremos comunicarnos, es esencial hacer contacto visual. De esta manera, la persona sabrá que queremos hablar con ella.

LLAMAR POR SU NOMBRE

Igualmente importante es utilizar el nombre de la persona para que sepa que nos dirigimos a ella.

EVITAR RUIDO

Para asegurar una mejor comprensión y audición es importante evitar ruidos o distractores de fondo, especialmente si existen problemas de audición.

LENGUAJE CORPORAL

El lenguaje corporal hace referencia a los mensajes no verbales, es decir, gestos, posturas o movimientos del cuerpo y el rostro. Teniendo en cuenta que el lenguaje corporal es una parte importante de la comunicación, debemos analizar tanto nuestros mensajes no verbales como los de la persona con la que estamos hablando para mejorar la comunicación.

Para evitar la frustración y cuidar la autoestima de las personas con demencia, no conviene decir “¿no te acuerdas?” o “ya te lo dije”

CONTACTO FÍSICO

No debemos olvidar que hay muchas maneras de comunicar y que combinándolas ayudamos a centrar la atención en el mensaje y, por tanto, mejoramos la comprensión. Por ejemplo, además del lenguaje verbal, podemos utilizar el contacto para comunicar, como tocar o coger la mano.

DAR TIEMPO

Hay que tener en cuenta que, tal y como hemos comentado antes, las personas con determinadas demencias pueden tener dificultades para encontrar o producir las palabras. Por ello, es importante darles tiempo que necesiten para expresarse.

SENCILLO, CLARO Y BREVE

Para asegurar una adecuada comprensión del mensaje que queremos transmitir, debemos hablar de manera sencilla, clara y con frases cortas. Conviene adaptar la longitud de las frases, así como el vocabulario, a la capacidad de comprensión de la persona con la que nos queremos comunicar.

PASO A PASO

A la hora de dar instrucciones, tenemos que adaptarlas a las capacidades tanto físicas como cognitivas de la persona. Facilitaremos la comprensión y ejecución de las tareas si damos las instrucciones paso por paso.

EVITAR TONO INFANTIL

No debemos utilizar un lenguaje o tono infantil, no hay que olvidar que son adultos. Adaptar la forma de hablar en función de la estado cognitivo de la persona, no significa que debamos hablarles como si fueran niños.

AJUSTAR VOLUMEN

Por supuesto, la capacidad auditiva influye en la comunicación. Por ello, hay que tener en cuenta posibles problemas auditivos asociados a la edad y ponerles remedio para asegurar que la persona pueda oír bien. Además, está en nuestras manos ajustar el volumen de nuestra voz si es necesario.

EVITAR FRASES COMO…

Para evitar la frustración y cuidar la autoestima de las personas con demencia, no conviene decir “¿no te acuerdas?” o “ya te lo dije”.

Poner en marcha estas pequeñas adaptaciones en nuestra manera de comunicarnos supone un proceso de aprendizaje y, por tanto, puede llevar más o menos tiempo en función de nuestras propias habilidades de comunicación y de la capacidad de comprensión de nuestro interlocutor. No obstante, aunque algunas adaptaciones puedan ser más costosas de asimilar, conviene que nos esforcemos en mejorar nuestra comunicación para favorecer la comprensión de las personas con demencia.

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