¿Qué es el duelo anticipado?

duelo adelantado mayores

En ocasiones no podemos despedirnos de nuestros mayores como nos gustaría. Cuando una pandemia (como el Covid-19) se instala en nuestras vidas se nos exige un confinamiento que en ocasiones impide despedir a nuestros mayores y nos hace percibir de forma anticipada la pérdida de nuestro mayor. El sentir que nuestro mayor nos va a abandonar y empezar a sentir emociones como la tristeza o la ira es lo que conocemos como el duelo anticipado. Te detallamos a continuación todo lo que debes de saber sobre este duelo tan doloroso en tiempos del Covid-19.

¿Qué es el duelo anticipado?

A lo largo de la historia ha habido momentos en que debido a la aparición de pandemias o a las largas distancias que separaban a las familias era imposible pasar tiempo con los mayores en sus últimos momentos y a tener pensamientos negativos sobre la muerte de los allegados.

Es ese proceso el que se conoce como duelo anticipado. Es un proceso de duelo que aparece de forma previa a la pérdida real del familiar. Esta situación la hemos visto, desgraciadamente, con bastante frecuencia durante la pandemia del Coronavirus, desde la promulgación del decreto de estado de alarma en el mes de marzo.

duelo anticipado covid19 mayores

El no poder estar con nuestro mayor durante sus últimos momentos de vida hace que nuestro cuerpo reaccione de una forma estresante, lo que suele derivar en dolor de estómago, presión en el pecho o pequeñas taquicardias. Esto es debido a que nuestro cuerpo y nuestra mente, están reaccionando a una situación de forma preventiva, que es de esperar tenga un triste desenlace.

En estos momentos se sienten emociones dispares, desgraciadamente todas ellas desgarradoras. El duelo anticipado, implica pensamientos, sueños, percepciones donde la pérdida y la muerte están muy presentes. Esta multitud de sentimientos y reacciones, son necesarias ya que tienen un componente de adopción. El duelo anticipado lleva consigo los sentimientos de angustia, llanto, ansiedad, pena y culpa.

Estas sensaciones nos causan dolor y desazón, pero debemos entender que es una forma en que tiene nuestro cuerpo de anticiparnos a la pérdida. Es un proceso normal que nos ayudará a aceptar de forma gradual la situación sobrevenida de la despedida de nuestro mayor.

¿Solución para el duelo anticipado de mayores?

Desgraciadamente no la hay. La pérdida de nuestros mayores es parte de la vida y ante eso poco podemos hacer. El duelo es parte de la despedida. Pero en estos casos sí hay algunos consejos para hacer más llevadera esta situación que es el duelo anticipado.

Llorar y quejarse

En ocasiones nos prohibimos el llorar, tenemos aún la visión de que llorar es de personas poco fuertes. No es cierto, el llorar es un excelente catalizador de emociones, y en estos momentos de pérdida es la mejor solución.

Abandonemos los estereotipos, y lloremos con nuestros familiares por teléfono, maldigamos a quién haga falta y mostremos nuestra frustración. El guardarse las emociones y los sentimientos es mal consejo.

Es más, desde el punto de vista biológico, hay estudios que demuestran que las lágrimas contienen hormonas del estrés. Por tanto, al llorar liberamos estas hormonas y eliminamos parte del estrés. Después sobreviene un estado de anti depresión y somnolencia.

Expresar los sentimientos

Cuando nos encontramos con el duelo anticipado llamando a nuestro corazón por la inminente pérdida de nuestro mayor, sentimos una multitud de sentimientos que no nos agradan. En primer lugar debemos aclarar, que por extraño que pueda parecer, el tener estos sentimientos es bueno para afrontar los meses venideros. Nos ayudan a afrontar sensaciones de forma gradual.

«Abandonemos los estereotipos, y lloremos con nuestros familiares por teléfono, maldigamos a quién haga falta y mostremos nuestra frustración».

Es necesario el aceptar la angustia de forma natural y como parte del proceso. Como consejo es necesario realizar actividades que ayuden a expresar emociones y sentimientos, las artes plásticas ayudan en estos momentos (aunque nos da algo más de pereza que otras actividades). Los terapeutas siempre recomiendan el hacer uso de hoja y bolígrafo y escribir sobre lo que uno siente. Para ello es bueno buscar un sitio tranquilo, eliminar las distracciones y dejar los dispositivos electrónicos lejos; es imprescindible escribir en primera persona y no usar filtros a la hora de expresar cómo nos sentimos. Con la escritura nos estaremos ayudando a resolver asuntos pendientes, temas familiares no cerrados y podremos afrontar de forma más sana el duelo de nuestro mayor.

Manejar los pensamientos pesimistas

Durante el proceso del duelo anticipado, la gran multitud de pensamientos que se nos pasan por la mente son negativos. Los pensamientos negativos no son agradables y por ello es bueno saber controlarlos.

En estas circunstancias tendemos a “ponernos siempre en lo peor”, un consejo: no anticipemos situaciones. El anticipar las futuras situaciones, que son tristes, no hacen más que entristecernos y nos deprimen más aún.

Llegado a este momento es bueno analizar lo máximo posible qué sentimos, y por qué lo sentimos. Es importante: reconocer qué estoy pensando; intentar expresar este sentimiento de forma menos dolorosa (“estoy triste porque mi mayor está ingresado en el hospital y no me dejan verlo”, habría que refrasearlo como “estoy pensando que mi mayor está ingresado en el hospital”. De esa forma lograremos sentirlo menos nuestro y lo alejaremos de nuestros sentimientos.

Relacionarse con familiares y amigos

Es importante el no cortar los vínculos afectivos con nuestro entorno. En estos momentos es imprescindible el relacionarse, y hablar de la pérdida, con amigos y familiares. Es importante el ser capaz de compartir sentimientos de impotencia, desconsuelo, tristeza… con el entorno social. Lo más reconfortante en estos momentos es el contacto físico, un abrazo, un beso.

Durante etapas de confinamiento social (como es el caso de Covid 19) este trato cercano y personal se antoja más complicado. Pero no obviemos que disponemos de medios tecnológicos para hablar con las personas como el teléfono o las videoconferencias.

Limitar la ansiedad

Es sencillo el decirlo, pero muy complejo llevarlo a la práctica. Tanto el miedo, la tristeza como la ansiedad son respuestas que nuestro cuerpo prepara ante determinadas situaciones. Estas sensaciones son necesarias y tienen su fundamento de ser. El problema es que en ocasiones estas sensaciones son excesivas, y ahí, ya no son tan buenas.

Duelo anticipado de personas mayores de edad

Para controlar estas sensaciones se pueden hacer ejercicios de relajación. El más frecuente y el que mejor funciona es la denominada respiración diafragmática. Es controlar la forma en la que respiramos. Para ello: pondremos la mano en el pecho y otra sobre el estómago; tomamos aire despacio y lo llevamos hacia abajo, hinchando un poco la barriga; aguantamos el aire; soltamos el aire despacio, hundiendo la barriga.

Otra actividad muy efectiva para luchar contra la ansiedad que se genera durante el proceso de duelo anticipado es la realización de ejercicio físicos pensados para los mayores, al ser relajados y no excesivamente exigentes. El ejercicio es muy útil para erradicar la ansiedad. Es preferible realizar el ejercicio al aire libre, si no es posible el realizarlo en casa es una posibilidad también, ya que a fin de cuentas de lo que se trata es de liberar endorfinas y fomentar la sudoración.

¿Qué estoy sintiendo?

Es probable que sientas tristeza, llores, tengas dolores en el pecho, estés agresivo… es normal. Es un cúmulo de sensaciones y emociones debido a este proceso de duelo anticipado derivado de la pérdida de un familiar mayor.

Ante un  proceso de pérdida nuestra mente responde de una forma determinada, es lo que se conocen como etapas del duelo y son 5: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.

El proceso puede llevar más o menos tiempo en base a la relación que se tuviese con el mayor y las experiencias previas de la persona afectada.

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Para hacer menos dolorosas estas 5 fases, y lograr llegar con la mayor celeridad a la fase de aceptación, siempre es bueno hablar con personas cercanas sobre lo que estamos sintiendo y lo que significaba para nosotros nuestro familiar mayor. Hay que hablar, contar y compartir. Nuestros familiares estarán sintiendo cosas similares y ayudándonos se estarán ayudando ellos también.

Desgraciadamente, en épocas de confinamiento, esta posibilidad de compartir se hace más necesaria que nunca y no es sencillo. Pero, no hay que buscar excusas para descolgar el teléfono y llamar a nuestros hermanos, padres… y llorar con ellos por teléfono.

¿Cuáles son los sentimientos más frecuentes?

Es importante para poder hacer frente a un problema el partir de un buen diagnóstico, por ello es necesario el entender qué sentimos. Los sentimientos más habituales durante el duelo anticipado son:

Tristeza

La mejor forma de combatir este sentimiento que nos aprieta el pecho y no nos deja hablar es llorar. El llorar nos ayudará a liberar las tensiones acumuladas y a eliminar parte del dolor que sentimos durante el duelo.

Ira

Si hubiese algún sentimiento que no es bien aceptado por la sociedad sería la ira. La ira es un sentimiento malo, agresivo. Pero tiene su función igual que el resto de sentimientos. La ira es el resultado de cuando sentimos que algo no está bien, que algo no es justo.

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Cuando estamos próximos a perder a un familiar mayor, al que teníamos aprecio, que ha sido buena persona… nos invade una frustración derivada de la falta de justicia. Tendemos a entender la vida como algo justo, una consecuencia de hechos, y si este familiar mayor era bueno no debería morir, pero la vida no es justa y de ahí que sintamos ira.

No es malo expresar la ira, pero tengamos cuidado en no dañar a las personas que tenemos próximas. Hacer deporte ayuda a expresar esa ira de una forma sana sin herir a nadie.

Miedo

Miedo, miedo a la pérdida. Es el miedo más comprensible y lógico. No debemos ocultarlo. Durante muchos años se ha forzado a la sociedad a disimular la sensación de miedo, y no debe ser así, el tener miedo es necesario, sino existiese este sentimiento seríamos unos temerarios.

El miedo estará presente durante todo el proceso de duelo anticipado; miedo a perder a nuestro mayor; miedo a no saber cómo será la vida después. Hay que aceptar este miedo como parte normal y no negarlo.

Culpa

La culpa es un sentimiento muy frecuente en cuanto hablamos de las relaciones con nuestros mayores. La culpa es el no haber podido despedirse del mayor, el no haberle dicho lo mucho que se le quería o el haberse despedido con una discusión… La culpa es un tormento.

Enfrentar la culpa, lleva tiempo, se debe estar preparado, ya que en ocasiones implica abrir puertas del pasado que no se terminaron de cerrar. En estos casos es recomendable contar con la ayuda de un terapeuta que pueda guiarnos durante ese camino.

La despedida en duelo anticipado

La despedida de nuestros mayores es fundamental, tanto para ellos como para nosotros. Al margen de si somos creyentes o no, la despedida es parte necesaria en el proceso de sanación de nuestras heridas.

Hay culturas que han desarrollado rituales alrededor de la despedida, cada persona tiene una forma particular de realizar esta despedida, pero lo que está claro es que el despedirse es parte indispensable de poner punto y final al duelo anticipado. Tras la despedida un sentimiento de reposo y tranquilidad abordará nuestra persona. En ocasiones, debido a distintas circunstancias (como la pandemia del coronavirus) quedaron cosas por decir a nuestro mayor, no es mala solución el decirlas en voz alta junto al féretro, y decírselo al espíritu de nuestro mayor.

«La despedida de nuestros mayores es fundamental».

Los ritos funerarios, los homenajes y las despedidas, son una ayuda a los familiares que se quedan. Las personas necesitamos tiempo para poder aceptar esta ausencia y este cambio de situación en nuestra vida cotidiana y el saber dónde está nuestro mayor fallecido es de gran ayuda, por ello el enterrar a nuestros familiares nos ayuda a acudir a “verlos” cuando así lo necesitemos.

En situaciones extremas en que los familiares no podemos despedirnos de nuestros mayores, hay opciones como servicios funerarios online, que nos pueden ayudar a despedir al menos momentáneamente a nuestros familiares mayores.

Los rituales tienen por fin poner en común vivencias de los familiares durante la despedida, los hay de diferentes tipos en función de las creencias más frecuentes en cada país.

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En ocasiones, debido a las distancias o a temas de salud pública, no es posible el estar todos los familiares presentes durante el ritual, en estos casos es importante hacer uso de la tecnología para acercar a los ausentes la despedida del mayor fallecido. Una vez es posible el que los familiares se reúnan entorno al familiar fallecido, será recomendable se realice una despedida para que los que estuvieron ausentes puedan despedirse del abuelo, padre, pareja o hermano.

Velatorio y ritual para superar el duelo anticipado

El velatorio es la mejor forma de despedirse del familiar y “pasar página” permitiendo que cicatricen las heridas abiertas durante el duelo anticipado.

pérdida adelantado tercera edad

Hay familias que prefieren hacer un ritual con amigos y familiares, otros algo más pequeño e íntimo; algunos en un lugar religioso, otros en los hogares… lo importante es que las personas más afectadas puedan sentirse cómodas y donde se pueda expresar libremente lo que supuso la pérdida. Por norma general lo mejor para estas situaciones es un encuentro con los familiares más cercanos y pocos asistentes.

No debería ser un impedimento la organización previa del velatorio, la propia organización es una forma de catalizador. El despedir a un familiar, no debemos olvidar, es una forma de sanar las personas que despiden y en segundo lugar un pequeño homenaje de despedida.

Recomendación Cuidado mayor

El perder a un familiar mayor es un momento muy duro, para el que no hay solución posible. Hemos dado una serie de pequeñas ayudas, pero cada persona lo afronta como puede en base a su pasado y a la relación con el familiar. Cada persona es un caso diferente. Por ello nuestra mejor recomendación, si el proceso de duelo anticipado, se alarga en el tiempo es contactar con un terapeuta que nos ayudará a afrontar la pérdida.

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