¿Sabías que las caídas constituyen uno de los problemas más frecuentes con la edad? Pueden ocasionar importantes pérdidas para nuestras personas mayores. Una vez que se producen, podemos ayudar a la persona mayor en la rehabilitación de la movilidad perdida. Pero sin duda, es mucho mejor llevar a cabo acciones preventivas, como puede ser el equipar el hogar de nuestros mayores con las medidas adecuadas que faciliten el desplazamiento de estos.
Desde Cuidado Mayor, queremos darte una serie de consejos útiles a tener en cuenta para favorecer la movilidad e impedir la pérdida de ésta por parte de nuestros mayores.
Ejercicio físico en nuestros mayores
El realizar ejercicios físicos con cierta regularidad es la mejor garantía para tener una vida sana. Estos beneficios que percibimos en los infantes también existen en la población mayor y en la población con movilidad reducida.El sedentarismo no es bueno para llevar una vida plena aunque conforme uno envejece y comienza a tener problemas de movilidad esto se hace más complicado.
A pesar de tener una movilidad reducida es imprescindible nuestro mayor realice, en la medida de sus posibilidades, desplazamientos. De no hacer tal cosa, es probable que en un futuro cercano presente problemas de corazón y sobrepeso. El doctor Thomas W. Buford, recoge en sus estudios lo necesario que es para los mayores con movilidad reducida el hacer algo de deporte al día.
«A pesar de tener una movilidad reducida es imprescindible nuestro mayor realice, en la medida de sus posibilidades, desplazamientos».
No pensemos en hacer ejercicio el hecho de correr, mismamente el dar un paseo de 30 minutos es un excelente ejercicio. Además, gracias a estos ejercicios se podrán fortalecer determinadas partes del cuerpo lo que le ayudará a tener un mejor equilibrio y evitará futuras caídas. En el supuesto caso que nuestro mayor esté encamado o tenga una movilidad en exceso reducida, siempre se podrá recurrir a un fisioterapeuta que con sus conocimientos sustituirá esa falta de ejercicio.
«Se podrán fortalecer determinadas partes del cuerpo lo que le ayudará a tener un mejor equilibrio y evitará futuras caídas».
Facilidades técnicas para nuestros mayores
Existen herramientas que ayudan a nuestros mayores a realizar una vida normal a pesar de contar con una movilidad reducida. El mercado nos ofrece multitud de productos que facilitan enormemente el día a día. Seguro que en alguna ocasión has visto un bastón y has pensado en tu familiar mayor, o mismamente, unos zapatos para andar por casa pensados para él.
Para seleccionar de forma acertada el elemento que ayudará a nuestro mayor en sus desplazamientos, deberemos, primeramente, ver qué grado de dependencia presenta nuestro mayor.
—Si nuestro mayor presenta una movilidad reducida muy leve podremos comenzar haciendo uso de plantillas ortopédicas y de zapatos ortopédicos. Ambos productos no presentan un coste excesivamente elevado y ayudarán a nuestro mayor a mitigar los dolores al andar y a corregir posturas. De todas formas son productos que tienen que fabricarse pensando en el mayor, ya que unos genéricos pueden producir lesiones como recogemos en esta guía sobre zapatos y plantillas ortopédicas.
—Si nuestro mayor tiene una dificultad media a la hora de deambular, no será mala opción probar con un bastón. ¿Quién no ha hecho en alguna ocasión uso de una muleta o bastón? Es un instrumento muy sencillo y económico. Ayuda a los mayores a aligerar el peso y libera la carga en las articulaciones doloridas. Como explicábamos en esta guía de compra de bastones, hay que tener presente a la hora de hacerse con uno el material del bastón, la calidad de su empuñadura y su altura.
Si nos encontramos con que no es suficiente el bastón deberemos pensar como alternativa un andador. Los andadores presentan una mayor base de apoyo y son más seguros. Los precios son algo más elevados, pueden llegar a los 200€, pero son muy útiles ya que algunos vienen con sillas y cestas para pequeñas compras. Como recogemos en esta completa guía de compra de andadores, es necesario informarse antes de hacerse con uno de ellos.
«Existen herramientas que ayudan a nuestros mayores a realizar una vida normal a pesar de contar con una movilidad reducida. El mercado nos ofrece multitud de productos que facilitan enormemente el día a día».
—Si nuestro mayor presenta una movilidad extremadamente reducida, y apenas puede andar por si solo quizá la alternativa más idónea sea la silla de ruedas. El mercado ofrece excelentes productos, cómodos, algunos plegables, sencillos y discretos por precios inferiores a los 250€. Antes de hacerse con una silla siempre es bueno informarse y comentarlo con el mayor, en esta guía de compra de sillas de ruedas recogemos las características que deben tener para ajustarse a lo que necesita nuestro mayor.
Soluciones técnicas en casa
¿Quién no ha tenido que ayudar a un familiar mayor a bajar por las escaleras? ¿Quién no ha tenido que hacer virguerías para sacar al mayor de la comunidad de vecinos porque no había hueco para mover la silla de ruedas?… Hay herramientas que pueden facilitar enormemente la vida diaria de nuestros mayores en sus hogares.
Tan solo un 0,6% de los 9,8 millones de edificios de viviendas que existen en España, cuentan con los criterios de accesibilidad para personas con movilidad reducida, según la Fundación Mutua de Propietarios y la COCEMFE.
El porcentaje restante está incumpliendo con la normativa de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad. El hecho de que los bloques de vecinos nos estén acondicionados para las personas de movilidad reducida ha hecho que éstas hayan tenido que cambiar de domicilio en un 22% de los casos.
Hay elementos en el hogar que producen limitaciones graves a las personas mayores con movilidad reducida. Por norma general las escaleras son un impedimento grave en el 78% de los casos, seguida del acceso a la calle en un 39% o del propio portal en un 39% de los casos.
Los cambios a aplicar para facilitar la vida de nuestros mayores con movilidad reducida, vendría por acuerdos en la junta de vecinos. Las juntas de vecinos no funcionan siempre como deseado, y los cambios pueden demorarse en el tiempo. La Administración Pública, conocedora de estas reticencias, ha estado cofinanciando mejoras en los edificios para facilitar el acceso de las personas con discapacidades.
Dicho esto, en las zonas privadas, lo que sería la propia casa del mayor se pueden realizar cambios, no muy costosos en el baño para habilitarlo para personas con movilidad reducida; y en otras dependencias como el dormitorio y la cocina. El mayor pasa un 85% de su tiempo en su domicilio y es prioritario el que se sienta a gusto y pueda hacer una vida lo más autónoma posible.
Facilidades para las personas mayores en el hogar
Existen ciertos consejos que podemos tener en cuenta para facilitar la vida de nuestros mayores:
—Consejos generales suelo. Que no sea deslizante. Prescindir de alfombras, en caso de tenerlas que estén sujetas para evitar resbalar. Despejar el camino de objetos y muebles para evitar tropiezos. Barandillas a ambos lados de las escaleras.
—Baño. Sustituir bañera por plato de ducha. Colocar alfombrilla o tiras antideslizantes. Disponer de agarradores en pared y asiento en baño si es posible. Asideros en zona del inodoro para ayuda al sentarse y levantarse. 7 Prevención de caídas 20
—Dormitorio. Altura de la cama adecuada para poder levantarse sin problemas. Colchón firme, que permita sentarse sin que se hunda. Sillas y mesillas estables y con reposabrazos, que permitan apoyarse sin problemas.
Hay que tener en cuenta que para que la persona mayor se levante es importante que se siente en el borde de la cama durante unos minutos antes de ponerse en pie, esto le ayudará a recuperar o mantener la estabilidad antes de hacer otros movimientos.
—Salón. Sillas, sofás y sillones con apoyabrazos, y con respaldo y asientos firmes. Siempre colocar los objetos de uso frecuente a su alcance para no tener que utilizar ni taburetes ni escaleras que supongan un riesgo añadido.
—Iluminación. Buena iluminación, sobre todo en dormitorios, baños y cocina. Contar con luz piloto por la noche (nunca caminar a oscuras). Evitar cables sueltos. Y tener los interruptores accesibles.
—Calzado. Se recomienda utilizar calzado adecuado que sujete bien el pie (nunca chancletas sin talón) y con suela de goma o antideslizante para evitar resbalones. Si precisa utilice bastón o andador para así aumentar la seguridad al caminar.
Existen problemas generales que debemos conocer y tener en cuenta con nuestros mayores pues pueden suponer peligros para sus caídas:
—La dificultad para mantener el equilibrio y moverse convenientemente.
—Los problemas de visión, tanto por falta de iluminación como por la vista.
—El calzado inadecuado (mal sujeto o no adaptado a sus pies).
—Problemas de los pies que dificultan la correcta pisada.
—Las características del entorno (hospital, domicilio, vía pública).
Actitud familiar
Además de los productos que hemos visto con anterioridad que pueden hacer la vida de nuestro mayor más placentera, hay ciertos cambios que los familiares pueden hacer que ayudarán a los mayores a sentirse más autónomos y menos dependientes. Algunos pequeños cambios, con un impacto inmediato en nuestros mayores con movilidad reducida podrían ser:
—Ser organizado: A nuestros mayores con movilidad reducida les suele dar algo de vergüenza el pedir a los familiares ayuda para dar una vuelta o salir al parque. Por ello es bueno el marcar un horario fijo y una duración determinada para que sea considerado una obligación de tal forma que no sea necesario por su parte el pedir un favor para salir al parque.
—Mismo trato humano: una persona mayor con movilidad reducida es una persona con ciertos impedimentos, pero no por ello encamada. Los mayores no quieren compasión ni dar lástima, por ello lo mejor que puede hacer el núcleo familiar es no cambiar su comportamiento con la persona mayor simplemente porque haga uso de un andador o vaya en silla de ruedas.
—Fomentar la autosuficiencia: es bueno, principalmente para el mayor, el no depender en gran medida de su entorno, por ello lo más positivo es enseñar al mayor como hacer uso de forma individual de las herramientas que éste use como un andador o una silla de ruedas. Esto ayudará a su autoestima y repercutirá positivamente en su estado de ánimo.
—Preparar el entorno: Sin hacer grandes cambios se puede facilitar la vida de una persona con movilidad reducida en su domicilio. Hay que empezar eliminando los elementos innecesarios de los pasillos y de los salones, facilitar los espacios diáfanos y ubicar los elementos de uso habitual de nuestro mayor a una altura accesible para el mismo.
—Comunicación y observación del mayor: Es necesario exista una comunicación fluida con el mayor para que éste haga saber a los familiares cómo estos pueden ayudarle en su día a día. Los familiares y cuidadores, deberán estar pendientes del comportamiento del mayor para ver qué cambios pueden facilitar el día a día del mayor. No se puede esperar que el mayor comunique todo, en ocasiones éste no es consciente de qué necesita y deberán ser los familiares, mediante la observación, los que se lo proveerán.
Percepción de la situación para el mayor
La parte emocional se ve claramente afectada por un diagnóstico de movilidad reducida en nuestros mayores. Es una de las derivaciones más frecuentes, de las más serias y a la que menos importancia se le da.
La pérdida de autonomía afecta enormemente a los mayores, ya que es el indicador más importante de su propia vejez y de la proximidad de la muerte. Los familiares de los mayores deben ayudarle a expresar sus sentimientos y sus miedos de una forma normal y sin excesiva transcendencia.
Para prevenir enfermedades como la depresión, lo mejor que se puede hacer cuando a un familiar mayor se le diagnostica con movilidad reducida es no dejar de llevar una vida normal. Es importante su vida no se vea muy alterada, sus hábitos sigan siendo los mismos y sus relaciones no se vean perjudicadas. Algunos medicamentos aumentan el riesgo de caídas, es conveniente que tenga sus tratamientos bien ajustados y siga las indicaciones que le dan para tomarlos. Si tiene alguna duda, pregunte a su médico o enfermera.
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